La ruta 49 recorre el mejor bosque mediterráneo de España, desde Sevilla hasta Portugal por la Sierra de Aracena. Esta ruta consta de dos sectores, el primero nos lleva desde Sevilla hasta Aracena, primero por la N-630 y luego por la N-433. Yo este sector lo hice el día anterior como prolongación de otra ruta, y te lo cuento en este otro artículo. El segundo sector, nos lleva desde Aracena hasta Rosal de la Frontera, pasando por Alájar, Almonaster y Cortegana.
Por tanto, yo amanecí en Aracena, me levanté a las 7:30h porque había quedado para comer con unos amigos en Portugal, y los Portugueses a la mesa son cosa seria. Para ellos comer más tarde de las 13:00h es inconcebible, y además necesitan mesa y mantel, eso que hacemos los españoles de comer en cualquier barra de bar les parece una ordinariez, y desde luego hay que comer sin prisa… en definitiva, gente sabia, así que mi mañana sería breve y tuve que madrugar porque quería hacer varias paradas por el camino.
Intenté empezar el día desayunando, sin embargo descubrí que Aracena es un pueblo un poco perezoso, al menos en el centro, a las 08:00h no había ninguna cafetería funcionando, así que decidí irme a ver el castillo de Aracena para desayunar después. No me motivan especialmente los castillos, pero el de Aracena es imponente y te ofrece una panorámica excepcional del pueblo.
Subí con la moto, atravesando el casco antiguo por sus bonitas calles adoquinadas, y paré unos minutos en la Plaza Alta, realmente bonita con la Iglesia de la Asunción.
El Castillo de Aracena es una fortificación musulmana del Siglo XIII que se está terminando de excavar en la actualidad.

Desde el castillo la vista del pueblo es magnífica, con la colosal Iglesia de la Asunción en el centro.

Aracena fue cedida por la Corona de Castilla a la Orden del Temple, y los templarios mandaron construir la iglesia mudéjar que hay junto al castillo, cuya torre se dice que se construyó inspirándose en la Giralda de Sevilla. La verdad es que es una iglesia impresionante, y al ir tan temprano, pude pasear por todo el entorno en absoluta soledad, y poner la moto donde quise para tomar algunas fotos.


A eso de las 09:00h bajé al pueblo en busca de mi desayuno, y aún eran pocas las cafeterías abiertas. Finalmente, después de dar algunas vueltas elegí una con poco tino, porque el café estaba bueno, pero el pan no era muy bueno y sobre todo, el tomate no era fresco, claramente llevaba uno o varios días preparado… En cualquier caso, Aracena me pareció un pueblo muy interesante, con unas calles, plazas y terrazas muy animadas y elegantes, sin duda merece una visita más sosegada de al menos dos días completos, para callejearla a fondo, y visitar el centro de interpretación del parque natural y el museo del jamón. También tiene la Gruta de las Maravillas, aunque a mí personalmente, esa es una visita que no me atrae.
Si hasta Aracena llegamos por la N-433, desde Aracena hasta Rosal de la Frontera abandonamos la nacional y entramos en carreteras secundarias de montaña, realmente sublimes para el motorista por el trazado sinuoso y los paisajes increíbles, si bien, al menos este día, había bastante tráfico, lo que siempre es un inconveniente.
El próximo destino era Alájar, a través de la HU-8105. Alajar se integra en la parte más meridional del conjunto montañoso de Sierra Morena, y en Alajar está el puerto de montaña más alto de la provincia de Huelva, con 837 metros de altitud, y paré para visitar La Peña de Arias Montano (740 m). Benito Arias Montano fue un humanista, hebraísta, biólogo, traductor, teólogo, filólogo, poeta latino y escritor políglota andaluz, famoso por editar la Biblia Regia o Políglota de Amberes, en el siglo XVI. Después de terminar su biblia políglota y tras participar en el Concilio de Trento, se retiró a descansar en este lugar de montaña, que ofrece unas vistas increíbles de Alájar y todo el sur de la provincia de Huelva. Los acuíferos subterráneos han conformado a lo largo del tiempo multitud de cuevas, túneles y cavidades, una de ellas es el Palacio Oscuro, refugio de cría e invernada para murciélagos cavernícolas de 6 especies amenazadas. También hay una pila bautismal paleocristiana del siglo VI conocida como Bañera de la Reina por ser una pila de cuerpo entero.
En los días más despejados se puede observar Riotinto e incluso en lontananza, el Océano Atlántico. Y a sus pies el pueblo de Alájar, con su estructura irregular de calles estrechas de clara influencia árabe.

Es un lugar curioso, en el que Bollywood se fijó en 2011 para filmar la película Sólo se vive una vez, del director Zoya Akhtar. El entorno en su conjunto, me recordó muchísimo al Santuario de Nuestra Señora de la Sierra, en las proximidades de Cabra (Córdoba). Ambos lugares están en un imponente enclave montañoso con grandes vistas panorámicas, y ambos además, son lugares de culto con ermita y tienda, en la que puedes encontrar una increíble cantidad de objetos para devotos, o para turistas curiosos.

Frente a la ermita, a pleno bosque, un hermoso arco de piedra.

Además, a campo abierto, hay un bonito campanario encalado flanqueado por dos garitas también encaladas.

A su vez, el campanario y sus garitas están flanqueados por dos pirámides de piedra, en las que una placa conmemorativa te explica su origen: Arias-Montano mandó erigir esta pirámide y otra simétrica en el flanco izquierdo a gloria del Rey Felipe II y de su secretario Gabriel de Zayas, agradecido a la visita que aquí le hicieron. A mi la pirámide me sirvió para echar una meadita, no con ánimo subversivo, sino porque me gusta mear al aire libre, y la pirámide me tapaba de la concurrencia.

Siguiendo por la misma carretera HU-8105 se cruzan varias aldeas hasta llegar a Almonaster la Real, donde paré para visitar su mezquita.
La mezquita de Almonaster está emplazada en el interior del antiguo castillo medieval, y se construyó a finales del S. IX, sobre los antiguos restos de una basílica visigoda del siglo VI, y siguiendo los cánones cordobeses de la época califal. Tras la conquista cristiana en el siglo XIII, la mezquita se convirtió en la Ermita de la Concepción, y siglos después, el alminar se convirtió en campanario.
Se trata de la única mezquita andalusí que se ha conservado casi intacta en España en una zona rural, y en la actualidad compagina su función religiosa con la de centro cultural abierto al público. En ella se celebran todos los años unas Jornadas de Cultura Islámica.

En esta ocasión, una verja me impidió subir con la moto hasta la misma mezquita, tuve que aparcar en un rellano a mitad de la cuesta, y terminar de subir andando.

Junto a mí caminaba una señora mayor, que subía lentamente casi sin resuello. Ya arriba charlamos un rato, me explicó que era la limpiadora y que iba a preparar la mezquita porque unas horas después había una boda. Es una mezquita que está abierta a diario y a la que siguen yendo musulmanes a rezar, pero curiosamente, también se celebran allí las bodas de casi todas las parejas de la zona, que deciden casarse por lo civil, previa firma, claro está, en el Juzgado o en el Ayuntamiento. Por ahora en España uno no puede casarse donde quiera, como hacen los estadounidenses. Coincidí en mi visita con dos parejas algo mayores que yo y por lo que comentaban, tenían un plan de viaje bastante parecido al mío.
Después he leído que es posible subir al alminar y disfrutar de las vistas, esto queda pendiente para una próxima visita que seguro la habrá, porque es un lugar especial, por su belleza, sencillez y apertura.



Y seguimos nuestra ruta por la HU-8105 hasta Cortegana, donde subimos a su castillo. El castillo de Cortegana es una fortaleza medieval destinada al control fronterizo de la vía que atraviesa la Sierra de Aroche y comunica el Valle del Guadalquivir con el Alentejo portugués, formando parte de la llamada Banda gallega, línea defensiva que tenía como misión principal proteger al Reino de Sevilla ante posibles invasiones desde el país vecino, dadas las frecuentes disputas sobre las fronteras entre ambos reinos.
En los setenta fue rehabilitado y convertido en museo, y actualmente, todos los años se celebran en el castillo unas Jornadas Medievales.
Comparado con otros, no es muy grande, y tiene todo el aire de algunos modelos de Exin Castillos.


Desde la zona amurallada, hay unas magníficas vistas del pueblo y del valle.



Como en todos los edificios militares, junto a él hay un templo, en este caso una pequeña ermita que pude visitar.



En Cortegana, abandonamos la magnífica y muy recomendable HU-8105, y volvemos a la N-433, que en unos pocos y tranquilos kilómetros nos lleva hasta Rosal de la Frontera, donde termina esta ruta, en la misma frontera con Portugal.
Había leído que en el pasado, había en Rosal de la Frontera un importante puente internacional, que ahora ya, había perdido su carácter fronterizo. Tenía curiosidad y había pensado parar en el puente a fumar un cigarro y tomar alguna foto, sin embargo, por más que miré, no encontré ningún puente en la frontera y después, buscando en Google Maps, he comprobado que por no haber, no hay ni río. Es verdad que poco antes de entrar en Rosal de la Frontera, pasas sobre el río chanza, pero aún lejos de la frontera. Este río, si que se vuelve fronterizo más al sur, y hay una carretera que lo cruza entre un país y otro, a unos 37 km de Rosal de la Frontera, desde las proximidades de la aldea onubense de Paymogo, a través de la HU-7400.
He quedado con mi amigo Joao para pasar unos días en Beja en mayo o junio, y rodar a fondo por el Alentejo. En ese viaje, buscaré este puente y entraré en Portugal por la rivera del chanza. Pero eso ya es otra historia.
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