Para empezar este blog, nada mejor que contaros mi primer viaje en solitario. Tras varios años viajando en grupo, hace justo un año, entre los días 2 y 6 de enero de 2.021, inicié un viaje en solitario  de 5 días, por las sierras y costas de Andalucía central. Fue un viaje fantástico que os iré contando en los próximos días.

La numeración de las rutas, es la que establece Pedro Pardo en su libro “España en Moto”, Anaya Touring Club, 2010.

El viaje empezaba en Córdoba, por lo que tuve que hacer un enlace Córdoba – Algodonales. Fuí por la antigua nacional de Sevilla hasta Lora del Río, y desde allí carreteras secundarias por Carmona, Arahal, El Coronil y por fin Algodonales después de 193 kms tranquilos. En Lora del Río desayuné muy bien en un bar, creo que se llamaba El Rancho. La propietaria, que atendía la cocina, me estuvo contando que su marido y ella eran del MC Mescaleros de Barcelona, y se habían venido a Lora del Río para montar el bar, supongo que emigrantes retornados. El desayuno muy rico y la chica muy amable y además motorista, así que es probable que vuelva por allí.

En Algodonales, inicié la Ruta 46, que consta de tres sectores: la sierra de Grazalema, Los Alcornocales y la serranía de Ronda.

El primer sector son 53 kilómetros pasando por Algodonales, Zahara de la Sierra, Puerto de las Palomas (1.331 m), Grazalema y Ubrique. Zahara es bonita, montada en un cerro y coronada por un  castillo, con miradores sobre el embalse, en el que paré a fumar y revisar la ruta que tenía por delante, para estar atento a los puntos de interés. Para mí, lo mejor de este sector fue la subida desde Zahara hasta el Puerto de las Palomas, una auténtica escalada con curvas cerradas y precipicios, hasta alcanzar los 1,331 m de altitud del puerto, en el que hay un pequeño aparcamiento, y a 50 metros a pié, un fantástico mirador elevado sobre un amplio paisaje de sierras y valles hasta el lejano horizonte. Esta es una parada muy recomendable.

Puerto de Las Palomas (1.331 m)

Desde el puerto, se inicia el descenso hasta Grazalema con unas vistas prodigiosas, y se sigue descendiendo hasta Ubrique.

A partir de Ubrique, se inicia el segundo sector de la ruta, que nos lleva hasta Jimena de la  Frontera, a lo largo de 59 kilómetros, cruzando un flanco del Parque Natural de los Alcornocales, el bosque de alcornoques más grandes de Europa, y el segundo más grande del mundo. Antes, se pasa por el Puerto de Galis (417 m), en el que hay una venta, aunque yo no paré porque estaba demasiado llena, incluido un grupo de Harlistas. Cruzar el Parque de los Alcornocales fue el segundo gran momento del día, impresiona una naturaleza tan agreste y solitaria, en la que no te cruzas con ningún vehículo. En vez de la venta del Puerto de Galis, paré la moto a mitad de camino entre el puerto y Jimena de la Frontera, y me calenté una fabada y un café en medio del bosque, el mejor restaurante del mundo, en un silencio absoluto.

En Jimena de la Frontera se inicia el último sector, que te lleva hasta Ronda recorriendo su serranía a través de 60 kilómetros. Enseguida se pasa de Cádiz a Málaga, y la carretera, aunque sinuosa, se ensancha y se vuelve más rápida y relajada, lo que se agradece a estas alturas de la ruta. Hasta Ronda se coronan dos puertos, el primero es el del Espino (800 m), en el que paré un buen rato a fumar, a elegir hotel en Booking, y a contemplar el paisaje, con el sol casi poniéndose sobre las sierras, que desde el puerto, van descendiendo  hasta el Estrecho. Después, pueblecitos blancos que crucé ya algo cansado, escuchando en Canal Sur el Sevilla – Betis: Gaucín, Algatocín, Benadalid y Atajate. A continuación el Puerto de las Encinas Borrachas (1.000 m) en el que no paré porque  estaba cansado, y finalmente Ronda.

Puerto del Espino (800 m)

Decidí alojarme en el Hotel Rural el Cortijo, situado en el Camping del mismo nombre, a 7 kms de la ciudad en dirección a Campillos. La habitación me encantó, amplia y cómoda, en planta baja y con la pared de cristal con vistas al campo, y viendo tu moto aparcada en la puerta, detalle que a los motoristas nos suele gustar. Por la mañana compartí desayuno con el propietario, sólos los dos en el restaurante, junto a una fantástica chimenea, en la que me demoré charlando con él más de una hora, con un excelente café y un buen mollete de Antequera. Era el típico empresario rural del sur, conservador, opulento y simpático, con su rebeca y su Audi en la puerta. Entendí por qué en el dial de la televisión estaban la Cope, Radio María y Rock FM, y no estaba Radio 3. Pero bueno, no me quejaré, me pegué una ducha larga y calentita escuchando a Van Morrison. Es posible que vuelva por allí.

Desayuno con chimenea en el Hotel Rural El Cortijo (Ronda, Málaga)

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4 respuestas a “De Algodonales a Ronda por Jimena de la Frontera”

  1. Ohhh, como me ha encantado. Transmite vitalidad, naturaleza viva. Qué belleza

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    1. Me alegro de que te guste.

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  2. Me dan ganas de hacerme de una moto y seguirte en el siguiente

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