El viernes por la mañana me llamó Joao Penedo. Llegaba a Córdoba esa noche y quedamos para tomar unas cervezas. Nos vimos sobre las 20h en la sede de Mas Gas, un lugar perfecto para encontrarte con otros motoristas, y más aún la noche previa a su reunión invernal, porque se juntan allí muchas motos que como Joao, llegan a Córdoba el viernes previo a la reunión. En particular, estaba allí toda la legión del Moto Clube Faro, con los que Mas Gas tiene mucha relación.


Enseguida encontré a Joao con Andrés Partebiela. Ellos son los responsables del 6% Portugal y el 6% España, respectivamente. Hace ya años, surgió en Italia el movimiento 6% Todo el Año en Moto, que agrupa a motoristas que combinan el uso diario, las salidas y los viajes, en todas las épocas del año, y desde Italia se extendió al resto de Europa. La cifra procede de estudios de las compañías aseguradoras, que para evaluar riesgos, estiman que un 6% de los motoristas usan la moto durante todo el año.
Me uní a ellos, saludé a algunos Mas Gas, y enseguida conocí a Lou y a Montse. Con ellas estuve bastante rato, Montse es una Mas Gas de Barcelona y había venido para la reunión.

Joao me pidió que llamáramos a Joaquín, un kalifa con el que hace años hicimos varios viajes y dicho y hecho, en una hora estaba allí Joaquín con su pastor alemán. Y si Mateo nos dio unos tickets para cervezas, el Greñas le puso al perro un cuenco con agua en una esquina.

También me presentaron a un motorista que con dos amigos, había estado hace poco viajando por Asia, no recuerdo si La India, Vietnam, Sri Lanka… Lo llamativo es que estando allí, se habían sacado el permiso para conducir tuk-tuk, y habían estado un tiempo viajando con uno de esos artefactos. Yo también he tenido la oportunidad de desplazarme en tuk-tuk en La India, pero como pasajero de un moto-taxi. Recuerdo que me llevó a una librería, donde compré un ejemplar de El dios de las pequeñas cosas, de Arundhati Roy.

Hablamos de nuestros viajes, de nuestras motos, de nuestros planes, y la noche fue pasando.

Cuando Joaquín se marchó nos cruzamos a cenar al Monacillo, comimos dentro y fumamos fuera. Yo había ido en moto y no quería beber más, así que los dejé allí apurando la noche y me fui a casa.
Espiel me queda a sólo 50 km y da pereza equiparte y cargar todo el material de acampada para tan poca cosa, por eso otros años aunque me he inscrito, me he vuelto a dormir a casa, y eso es un error porque no disfrutas realmente de la reunión. Mi primer año, en 2017, sí que acampé, pero este año por primera vez he reservado cama en el vagón y me ha encantado la experiencia.
El albergue de Espiel donde se celebra esta reunión, es una antigua estación de ferrocarril restaurada, y conserva frente a la fachada unos viejos vagones de mercancías habilitados como alojamiento. El interior está climatizado, las camas son cómodas y todo está limpio, incluso dispones de sábanas y almohada. Una opción magnífica para viajar con poco equipaje y descansar en condiciones.
Llegué a la reunión pasado el medio día, y tras aparcar y acreditarme, me instalé en el vagón, me puse cómodo, y di una primera vuelta de reconocimiento.
África, que es el master and comander de la hoguera, ya la tenía preparada para la noche. Una amplia hoguera rectangular, que es uno de los aspectos diferenciales de esta reunión, dando abrigo a un gran número de personas.

También estaban preparadas las barbacoas, que África alimenta a palazos con las brasas de la hoguera.

Enseguida encontré a Joao y a Andrés, que estaban con el resto de amigos del 6%. Conocí a Ángel Ramos, el Nano, promotor con otras dos personas, de La Gran Ruta Andalusí, y uno de los pioneros de la Iron Motorbike Andalucía.

En algún momento, me fui con Joao para comer algo en su furgo.

Después regresamos al grupo y seguimos charlando y disfrutando durante toda la tarde.

Colocamos las banderas del 6% de España y Portugal, e hicimos algunas fotos.


Tuve la oportunidad de conocer a Abel, y otros motoristas del club Los Veloces de Bailén. Como yo me crie en Linares, siempre me gusta conocer a motoristas de aquella zona. Charlé bastante con ellos y compartimos vino de nuestras botas.
En estas fotos, puede verse el interior de la zona común del albergue, un amplio salón con bar y chimenea. Por la noche puedes elegir entre la tranquilidad de la hoguera, o la música y las copas en el salón, que a estas horas todavía estaba despejado. Me encanta su aire ferroviario y sus formidables techos altos.



El albergue de Espiel está junto al Embalse de Puente Nuevo, en plena Sierra Morena de Córdoba, por lo que en esta reunión el clima es templado, como corresponde a su geografía sureña. Sin embargo, al fin y al cabo estamos en la sierra y por la noche bajan las temperaturas. Entonces es el momento de arrimarte a la hoguera, al calor y el crepitar de las brasas, y beber y charlar tranquilo, hasta que el cuerpo aguante. Estuve mucho tiempo con Julián, y más tarde también con Abel, hasta que me fui al vagón a eso de las 3h.

Dormí muy bien. Por la mañana desayuné con Joao en la cafetería, recogí mi escaso equipaje, y salí del aparcamiento un momento antes que el gran grupo de Faro que ya estaba en formación. Completé la mañana dando un pequeño paseo por la sierra, primero hasta Villaviciosa, y desde allí a Córdoba por la 3405 pasando por el Lagar de la Cruz, la carretera de Las Ermitas, y la carretera de Medina Azahara, hasta llegar a casa después de un gran fin de semana.
Normalmente Mas Gas cierra mi temporada de reuniones invernales, sin embargo, este año nos queda una bala en la recámara, Tresjuncos, pero de eso hablaremos otro día.

Gracias a la organización y a Joao Penedo por sus fotografías.
Si quieres recibir un aviso cuando publique nuevos contenidos, puedes suscribirte a La Gira Interminable introduciendo a continuación tu dirección de correo electrónico:

Deja un comentario